01 febrero 2007

UNA NOTA DE ROSARIO AVILÉS


Azteca: antiguas prácticas laborales
Por: Rosario Avilés
Jueves 1 de Febrero de 2007 Hora de publicación: 02:19


La idea de promover el empleo en el país suena pertinente, el problema es que el empleo que ya existe se ha ido deteriorando de una manera vertiginosa. Para colmo, el empleo que deberíamos promover como país, es decir, el especializado, es uno de los que más se han menoscabado ante una ausencia de políticas reales, al menos en el sector transporte aéreo.
Se supone que nuestros políticos estarían pensando en elevar el nivel del empleo que se genera en el país, comprendiendo que la mano de obra barata no es competitiva ni va a lograr que México juegue en las grandes ligas.
Pues bien, en lugar de abocarse a este objetivo, ese poco empleo especializado más bien está siendo socavado para permitir que las aerolíneas de bajo costo se posicionen, ahorrando en lo único que ya se puede ahorrar en este sector: el área laboral.
En este país que no acaba de transitar a la modernidad, subsisten todavía prácticas que deberían desterrarse para siempre: los sindicatos blancos, el terrorismo laboral, los despidos injustificados, la falta de capacitación y, peor, la pretensión de que capacitar a un buen especialista lo convierte en rehén de una empresa. Todo ello y mucho más está ocurriendo en la rediviva Taesa, Aerolíneas Azteca, donde desde hace meses los trabajadores se desgañitan buscando a alguna autoridad que los apoye en sus demandas, desgraciadamente sin encontrar eco en ninguna parte.
En diciembre pasado las cosas llegaron a un nivel alarmante. Mientras el sindicato de la empresa, de los llamados de protección, hace caso omiso a las demandas de los trabajadores, en particular de los pilotos que han denunciado frecuentemente tanto fallas en mantenimiento como desorden, jornadas fuera de reglamento y muchas otras irregularidades.
Los trabajadores, hartos del sindicato que preside Pablo Esquivel, acudieron al Sindicato Nacional de Trabajadores de Aviación (SNTAS, liderado por Miguel Ángel Yudico) para que solicitara la titularidad del contrato, tema que sigue en litigio. Para el 12 de diciembre un piloto de la empresa presentó su renuncia y fue hostigado para que firmara un pagaré para reembolsarle a la empresa los gastos por su adiestramiento en el equipo de vuelo, lo cual, además de constituir una práctica de terrorismo laboral, no se ajusta a los ordenamientos legales (se supone que por eso la capacitación es deducible).
Cuando el jefe de pilotos le hizo ver estas cosas a la dirección, fue despedido. Días después un grupo de pilotos solicitó audiencia con el que aparece como dueño de la empresa, Leonardo Sánchez Ávalos, para plantearle los problemas que estaban viviendo en la operación diaria, como el mantenimiento y el adeudo de sus bonos, que forman parte del salario y que ascienden a 150 mil pesos por persona.
Desgraciadamente, Sánchez Ávalos interpretó las demandas de sus pilotos como una especie de motín a bordo, por lo cual despidió a los inconformes, lo cual ha terminado por enrarecer el ambiente en que trabajan las tripulaciones de la empresa, que, por lo demás, también enfrenta graves problemas en el ámbito externo. De acuerdo con los trabajadores, Azteca tiene un avión B737 embargado en Estados Unidos por un pleito legal con la arrendadora Bavaria, más dos aviones que Pegasus se llevará en estos días y uno más que permanece en el hangar de la empresa “para refacciones” pero que también es arrendado.
A ello se suman los adeudos con los propios trabajadores, con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y algunos problemas legales en el aeropuerto de Toluca. Es decir, la situación de la empresa no es precisamente la mejor.De hecho, los propios trabajadores y sus abogados creen que el líder del sindicato, Pablo Esquivel, podría emplazar a huelga a la empresa y generar una quiebra para que la aerolínea evite la cascada de reclamaciones que tiene encima, aunque esto no se ha confirmado.En todo caso, es obvio que el bajo costo ha golpeado de entrada a quienes tenían una estructura más débil (Aerocalifornia y Azteca) y que con ello las ha orillado a una situación cercana a la quiebra, la cual enfrentan de la peor manera.
La falta de políticas realistas y firmes en el sector se está cobrando sus primeras víctimas.Pero además las empresas —se sabe— al final no pierden, los que pierden son los trabajadores y en este caso estamos viendo cómo un trabajo especializado ha ido perdiendo peso y pesos, de manera que casi viene a quedar como mano de obra barata. Una lástima.
Lo que necesitamos es que la mayoría de los trabajadores tenga mejores salarios y deje de ser mano de obra barata, no al revés, aunque parece que esa noción todavía nos les ha llegado a nuestras autoridades del sector aéreo. A ver a qué horas.
Lo oí en 123.45: Por lo pronto, en la posible venta de Aeroméxico se vislumbra el mismo proceso de desgaste que han sufrido las demás aerolíneas. Si se siguen promoviendo los métodos de la degradación laboral, no sólo no lograremos nada con crear más empleos chatarra, sino que nuestra aviación pasará de un decente lugar a nivel latinoamericano a ser de quinta categoría.
E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx